Con poco que decir

Hoy me siento realmente vacio de palabras, creo que lo que escribire sera un poco escribir por escribir, solo por obligarme a pensar, no se ni lo que estoy pensando en estos momentos. Creo que pocas veces habia tenido mi cabeza tan en blanco, espero que mañana tenga un poco mas de soltura en ella. Cuando empece queria que fuera un atropeyo de palabras, que ha medida que llegaba un pensamiento saliera por mis dedos al teclado, pero realmente me siento vacio hoy. Se de antemano que todo lo que venga detras de esto, sera bastante vacio.

Hoy, me he puesto a recapitular el fin de semana, de una forma lenta y pausada, me he sentado en mi mesa, e encendido un cigarro y me he puesto a escribir, dejando salir las palabras. Lo que quizas halla marcado este fin de semana, han sido conversaciones sinceras, conversaciones en las que he dicho y me han dicho lo que realmente se siente. No se como enfocarlo ni contarlo, solo se como me hicieron sentir, por un momento vi que todo lo que habia leido entre lineas era real, pero que quizas hubiera sido mejor dejarlo en suposiciones y medias tintas. Enfrentarse de golpe a la verdad cuesta, desconcierta y abre caminos que uno no sabe si realmente los quiere seguir. Si bien es cierto que cuando se mantienen en posibles posibilidades, son realmente apasionantes, incluso en algunos momentos se desea que sea realidad, pero una vez puesto en frente de uno, dan miedo, se ven muchisimas complicaciones, muchisimos problemas futuros. Lo mejor dejar que el tiempo pase, reorganice todo y deje cada cosa en su sitio. Quizás lo mejor seria evitar esas conversaciones, cambiar de tema como tan bien se hacer, pero en esta ocasion algo fallo, quizas me deje llevar un poco y me traicione a mi mismo. Es facil fantasear pero cuando se convierte en realidad, nos damos cuentas de las consecuencias que esto puede traer.

Esta semana se presenta acelerada, espero que el exceso de trabajo, ayuda a mi cabeza a no pensar tanto, a darle menos vueltas a estas conversaciones.

Me encanta leer entre lineas, todas las personas al hablar ocultan algo por diversas razones, no por querer mentirnos si no por que no necesitan decirlo. Unas veces son penas, otras alegrias, otras secretos amorosos, secretos vergonzosos, en definitiva de cualquier tipo. Creo que aparte de gustarme se me da bien, quizas por eso soy el amigo psicologo, al que se acude cuando se quiere contar algo pero cuesta salir. Siempre me hubiera gustado conocer a alguien que supiera leer entre lineas lo que pienso, o que consiguiera que me abriera un poco para poder sacarlo todo. Quizas mi mejor amigo se ha acercado un poco, en nuestras largas conversaciones nocturnas de fin de semana. Hace poco me pregunto una amiga por que no hablaba nunca de mi, en un momento consiguio sentirme estupido, casi no supe que decirle, tras unos segundos pensando dije friamente, creo que mi vida no es lo suficientemente interesante ni que le importe realmente a nadie, por eso prefiero escuchar, lo encuentro mas practico. Aunque esa respuesta era real, faltaba una importante, me siento estupido hablando de mi y de mis cosas. Intentó durante largo rato convencerme que era necesario sacar las cosas que lleva uno dentro, yo no le encontre el sentido, de hecho creo que hay cosas que se llevan mejor aparcandolas en el interior de uno. Aunque ahora gracias a este blog he hablado mas de mi que en todo el año y lo que va de este. Supongo que hay gente de todo tipo, quien le gusta contar hasta el ultimo detalle de su vida a un desconocido y quien no cuenta casi nada ni a un amigo. Poco a poco cambie de tema y la conversacion finalizo. Todo esto me trajo a la cabeza un recuerdo de mi infancia, cuando tenia apenas 8 años, iba con mi bicicleta paseando, era casi la hora de comer y tenia que volver, al cruzar una carretera, mire a ambos lados y me dispuse a cruzarla, debo decir que tenia una gran visibilidad en ese punto, aparte de un buen oido que conservo hoy en dia, una vez pude mirar a ambos lados, me decidi a cruzar y en ese momento el mundo desaparecio durante un instante. Cuando pude abrir los ojos, me encontre en el suelo tumbado boca arriba con una bicicleta a mi lado. Acababa de tener mi primer atropeyo, espero que tambien el ultimo, aun aturdido me incorpore, mire a los lados y comprendi que habia ocurrido. Dolores ninguno, aunque tenia una rueda marcada en mi brazo que paso por encima, no llego a romperme nada ni a lacerarme la piel. El conductor nervioso, acabo marchando una vez se quedo convencido de que estaba perfectamente. Este recuerdo me hace recordar que aveces mi cabeza me engaña, se que mire, lo recuerdo perfectamente, se que no habia nada y el vehiculo aparecio encima de mi. Una vez me repuse un poco arregle mi bici como pude y me dirigi a la casa, por alguna razon nunca lo conte, de hecho hoy es la primera vez, supongo que en ese momento por miedo, pero siempre quedo ahi en mi cabeza.

Es curioso como nuestra vida se va marcando por etapas, cuando nos encontramos en un cambio no nos damos cuenta, pero con el tiempo lo vemos claro, es lo que tiene la perspectiva que nos da el tiempo. Lo cierto es que aprendemos a comprender las situaciones segun la nuestra experiencia. . Creo que provoca el tiempo, cuando somos mas jovenes problemas que ahora vemos triviales, se ven sin solucion o gigantescos. Poco a poco el tiempo nos da esa altura en forma de experiencia y nos ayuda a resolver problemas que ahora son casi ridiculos o a comprender que sucedio. Eso me tranquiliza, por que se que con el tiempo lo comprendere mejor y si me equivoco, el tiempo hara que no sienta dolor.

Hoy he dado un pequeño paseo, paseo por que me procure de dar un poco de rodeo hasta donde tenia que llegar. En este paseo me pase por un par de parques, para poder ver como empieza a marcar ya la abrumadora primavera el ambiente. Siempre me ha gustado esta epoca del año, es como si todo volviera a revivir. Eso en cierta manera me hizo pensar, por que no podia disfrutar de este dia tumbado sobre esa hierba, a la sombra de esos arboles floridos. Nunca he sabido identificar corretamente las plantas y arboles, no creo que sean nada exoticos, pero la estampa que contemplaba se merecia al menos unos minutos de mi tiempo, asi que decidi sentarme un rato, escogi un banco y me sente en el, apoye mi maletin al lado mio para servir un poco de reposabrazos y saque de mi bolsillo un cigarro, si lo se, deberia dejarlo, pero en ese momento creo que era merecido meter un poco de nicotina a mi cuerpo para hacerle sentir saciado de dicha sustancia. Respire hondo y deje que el banco me absorviera un poco. Quizas alargue un poco mas el tiempo de lo que debiera, alrededor de quince minutos pero podia permitirmelo aunque perdiera un poco de margen de tiempo. Extraño pero llegaba muy pronto. En ese rato aproveche un poco para pensar y me di cuenta de una cosa, se lo que quiero a niveles generales mas o menos, pero realmente no se lo que quiero en el resto de mi vida mas, asi como los pasos que dar en este momento en ella. Como dije en otro momento odio sentirme perdido, nunca me habia sentido asi, siempre he tenido las cosas bastante claras pero ahora no soy capaz de mantener un criterio dos dias seguidos. Supongo que lo mejor sera dejar que pase el tiempo. cuando el tiempo pasa, los errores duelen menos y creo que sera lo que ocurrira, que cometa un error del que me arrepentire con el tiempo pero ya no dolera apenas, volvere a otra espiral en mi vida y volvere a tomar decisiones nuevas. Despues de un rato decidi ponerme de pie y despues de meditar un poco y hablar en mi cabeza conmigo mismo, me senti un poco mas tranquilo y relajado.

Una noche mas estoy trasnochando, un poco preocupado si, pero lo suficientemente tranquilo como para acostarme un rato. Comienzo nuevo libro, me tumbare y comenzare con el esperando a que el sueño me venga a buscar.

Como no tenemos nada más precioso que el tiempo, no hay mayor generosidad que perderlo sin tenerlo en cuenta.

Marcel Jouhandeau (1888-1979) Escritor francés.